Acompañado por el delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, y el presidente de la CHE, José Luis Alonso, el alcalde de Logroño recordó que la “recuperación e integración del río en la ciudad es un compromiso adquirido por el equipo de Gobierno con los logroñeses”.
El objetivo del proyecto presentado por Ayuntamiento y Confederación pretende limpiar las dos márgenes del río y facilitar la accesibilidad de los ciudadanos al mismo. La actuación se llevará a cabo sobre seis kilómetros de longitud; es decir, el curso del río comprendido desde el puente Sagasta, en el barrio de El Cubo, hasta la desembocadura del Iregua, en Varea. Lorenzo Polanco, técnico de la CHE, aseguró que todas las acciones a desarrollar están calificadas de “blandas” y destacó las labores fitosanitarias y de desbroce en el arbolado. “Está previsto –indicó- retirar las especies exóticas y sustituirlas por plantaciones típicas de la ribera”.
En materia de accesibilidad, Polanco reiteró que se aprovecharán los senderos existentes, “las sendas que llevaban a las antiguas huertas, y se crearán pequeños caminos transversales hacia el agua. En las zonas en que sea posible, se habilitarán taludes para crear áreas de paseo”. Los caminos estarán señalizados con carteles informativos sobre flora, fauna y entorno natural.
La CHE tiene prevista la retirada de muros y casas abandonadas que se encuentran en las inmediaciones de la orilla del Ebro, así como el retranqueo del muro de la Hípica Militar con el fin de recuperar el paseo completo por la margen izquierda.
Polanco anunció, por último, la creación de un embarcadero aguas abajo del puente de Sagasta, a la altura de El Cubo, “con acceso mediante rampa”. Las obras comenzarán en noviembre y durarán seis meses.
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