Calidad
En los últimos años hemos asistido a un fenómeno de aproximación de los ayuntamientos a las herramientas de calidad, un acercamiento que ha tenido como eje la consideración del ciudadano como "cliente" receptor de los servicios que prestan las administraciones.
Esto se ha realizado desde diferentes puntos de vista , de modo que en este periodo hemos podido observar, como cada vez más, proliferan los ayuntamientos que realizan autoevaluaciones en el modelo EFQM, aplican cartas de compromisos o de servicios, gestionan indicadores, etc., y como es nuestro caso certifican su forma de trabajar en el ámbito de las Normas UNE - EN ISO 9000.
La elección en 1997, de este modelo frente al de autoevaluación se realizó, en primer lugar por la ausencia de directrices que sirvieran de referencia, puesto que en aquel momento no se había producido todavía el debate ni las administraciones en su conjunto habían optado por ninguno de los dos, que entonces se referían exclusivamente al ámbito empresarial. En cualquier caso la elección vino dada por la necesidad de establecer un sistema procedimental. Una vez desarrollado este y con el poso que da la experiencia acumulada, es perfectamente asumible integrar ambos modelos, certificando los sistemas de trabajo y evaluando la organización.
Este artículo es una presentación de la experiencia acumulada en la aplicación de los sistemas de calidad, y que podemos exponer desde diferentes puntos de vista, porque ha afectado a todas las formas de trabajar del Ayuntamiento y que a través de los documentos que la acompañan presentan los diversos matices de nuestro sistema de gestión.