Con la exposición ‘Hiberus Flumen. El río y la vida’, la Casa de las Ciencias abrió sus puertas al público el 22 de abril de 1999. Aquel homenaje al río, como fuente de la vida de la ciudad, ha enriquecido su sentido en los últimos tres años. El Ebro –en parte gracias a la Casa de las Ciencias, en parte gracias a otros proyectos- ha abandonado su condición de barrera para integrarse definitivamente con el resto de la ciudad. Al mismo tiempo, este espacio científico logroñés ha participado en el desarrollo del interés de los ciudadanos por un tipo de oferta cultural diferente, alejada de lo estrictamente artístico. La Casa de las Ciencias ha despertado la avidez de los logroñeses por conocer más, y así lo constatan las estadísticas; los visitantes, en definitiva, que demuestran fidelidad a los desafíos que plantea el museo. Para celebrar tan importante fecha, la Casa de las Ciencias ha realizado el domingo día 21, dos actividades que reseñamos a continuación.
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