Tribuna de opinión
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Fortalecer La Rioja como prioridad en 2026
› La Navidad regresa envuelta en luces, reencuentros y buenos propósitos. Pero más allá de esta efeméride, debemos aprovechar estas fechas para reflexionar y fijar prioridades. Desde el Partido Riojano queremos poner en valor nuestras tradiciones y arraigo, nuestra cultura y nuestro carácter. Porque entendemos que defender la tierra, reivindicar nuestra identidad y fortalecer La Rioja deben seguir marcando la hoja de ruta en 2026. Logroño, como capital de La Rioja, tiene que ser la punta de lanza en este sentido, promoviendo políticas que refuercen el consumo local y apuesten verdaderamente por quienes sostienen la economía real. Fortalecer el pequeño comercio, la hostelería y los autónomos no solo genera empleo, sino que también construye comunidad, llena de vida los barrios y constituye el escaparate del producto riojano, gracias al que agricultores y ganaderos mantienen vivos nuestros pueblos. Estas navidades tenemos una nueva oportunidad de defender nuestra identidad desde la mesa. Productos de nuestros mercados, de la huerta, de la sierra, de los viñedos y de la industria agroalimentaria riojana. Viandas que son tradición, pero también economía, empleo y futuro. Sin embargo, no podemos obviar la creciente desigualdad y dificultades que imperan en nuestro territorio. Debemos seguir reivindicando compensaciones por el efecto frontera y que 2026 sea el año en que consigamos cerrar esa brecha. Porque sin una región fuerte, perderemos el futuro por el que brindar en años venideros.
Comprar aquí, vivir aquí
Estos días se escriben las listas de regalos: madres, sobrinos, amigas invisibles. Y, como siempre, la prisa y la sensación de llegar tarde. Cenas, horarios, WhatsApp echando humo. La aceleración de esta sociedad de consumo es una serpiente de cascabel: inyecta su veneno y susurra que la Navidad se compra con un clic. Se busca en Google, se enseña la vida en Meta y, agotadas, muchas personas acaban comprando en Amazon, Temu, AliExpress o Shein. Una noche alguien entra “solo a mirar”. Le regalan diez artículos; luego ocho más; y termina con noventa y nueve en la cesta. Cansada, acepta: veintisiete cosas. Una droga de acumulación barata que se rompe pronto y sale carísima. Pero esa compra compulsiva es la punta del iceberg: un capitalismo de plataformas que impone una forma única de consumir y relacionarse. Hay impactos humanos y ambientales, y personas en la parte más precaria de la cadena: almacenes, transporte, paquetería, ritmos imposibles. Para muchos hogares, con salarios bajos y poder adquisitivo en caída, esas ofertas parecen la única salida. Y el círculo se cierra: consumir así alimenta más precariedad. Por eso, esta Navidad, conviene bajar el ritmo y cruzar la calle. En el comercio de barrio de Logroño saludan, aconsejan, ofrecen calidad. Y el dinero se reparte mejor: se queda aquí, sosteniendo además a autónomas y autónomos a quienes les cuesta la vida mantenerse. Esta Navidad, no regalemos precariedad en una caja: regalemos futuro comprando en el comercio local de nuestra ciudad.
La Navidad que nos une
En estas fechas tan especiales, desde VOX Logroño queremos dirigirnos a todos los logroñeses para desearos una muy feliz Navidad. No una Navidad cualquiera, sino la nuestra: la que llenan de sentido nuestras calles, los belenes que cada año preparamos con mimo y, sobre todo, las familias y amigos que se reúnen alrededor de una mesa compartiendo tiempo, recuerdos y esperanza. Vivimos tiempos de prisas, de ruido y, a veces, de confusión. Por eso conviene recordar que la Navidad no es solo consumo ni un simple paréntesis festivo. Es la celebración de nuestras raíces, profundamente unidas a la tradición cristiana que ha dado forma a nuestra cultura, a nuestras fiestas y a buena parte de nuestros valores. Defender estas tradiciones no es un gesto de nostalgia, sino de identidad: son el hilo que nos une a nuestros mayores y el que transmitiremos a las generaciones futuras. En Logroño, siempre hemos sabido vivir estas fechas con respeto a nuestra tradición. Sería un error dejarnos arrastrar por quienes quieren vaciar la Navidad de su significado o reducirla a un evento neutro y descafeinado. La Navidad es lo que es, y precisamente ahí radica su belleza. Deseamos que cada logroñés encuentre en estos días un motivo para la gratitud y que el nacimiento que celebramos nos inspire a cuidar lo que somos y a fortalecer aquello que compartimos. Feliz Navidad, Logroño. Que el nunca VIVA LOGROÑO
Feliz Navidad y Paz a todas las vecinas y vecinos de Logroño
Estamos ya terminando el año y entramos en las fechas de Navidad, a las que se dedica este número del periódico municipal De Buena Fuente. Desde el Grupo Municipal Socialista queremos desearte a ti, que nos estás leyendo, y a toda tu familia, unas felices fiestas y nuestros mejores deseos de paz, respeto y fraternidad para el año 2026. Llegan días de encuentros familiares, de compras navideñas y de momentos para compartir. Una época muy buena para apostar por nuestro gran comercio local, pese a las obras que comienzan sin avisar; momentos también para recorrer nuestras calles, pese a las tristes y escasas luces navideñas que la decoran. Pero también queremos invitarte a que estos días recordemos a quienes, lejos de nuestra ciudad, sufren las consecuencias de la guerra, el terrorismo o la privación de alimentos y de otras necesidades básicas. Piensa en el pueblo de Ucrania, o en el genocidio que está soportando el pueblo palestino, con más de 71.000 personas asesinadas, la mayoría niños. Tampoco podemos ignorar a quienes, aquí en Logroño, o en nuestro propio país, también sufren algún tipo de privación, material o humana. Por todo ello, te pedimos que aportes tu grano de arena ante este mundo que, demasiadas veces, vuelve a imponer, no la fuerza de la razón sino la razón de la fuerza. Dentro de tus posibilidades, apoya las iniciativas que luchan contra la desigualdad y que trabajan a favor de la paz, mostrando así tu solidaridad con quienes más lo necesitan.
Seila Espinosa: premio Esperanza 2025
Esta semana Logroño se detuvo por un momento para mirar a quienes, desde la vocación y el compromiso, hacen de nuestra ciudad un lugar más humano. En el Mercado de San Blas, rodeados de cerca de 150 personas, entregamos el Premio Esperanza a Seila Espinosa en un acto cargado de emoción, reconocimiento y gratitud sincera. Seila no solo enseña kickboxing. Seila abre puertas. A través del deporte inclusivo ha creado un espacio donde personas con y sin discapacidad entrenan juntas, se superan, se respetan y crecen. En cada clase se trabaja el cuerpo, sí, pero también la autoestima, la confianza y la fuerza interior. Porque sentirse capaz es, muchas veces, el primer gran paso hacia la inclusión real. Su compromiso va aún más allá y acompaña a profesionales que trabajan con personas con discapacidad mediante cursos de contención segura, siempre desde el respeto, el cuidado y la dignidad. Todo ello con una mirada profundamente humana y una sensibilidad que deja huella. El Premio Esperanza nace para reconocer trayectorias que inspiran, que suman y que transforman la sociedad desde lo cotidiano. La labor de Seila Espinosa encarna ese espíritu como pocas. Reconocerla es dar las gracias, pero también es lanzar un mensaje claro: Logroño cree en las personas que construyen inclusión, igualdad y esperanza cada día.
El cuarto gran recorte del año se ceba con servicios sociales
El Gobierno acaba de dar el visto bueno en solitario al presupuesto de 2026. Y lo hace a escasos días de aprobar el cuarto recorte presupuestario del año, que certifica el desequilibrio y deficiente diseño de las cuentas de este 2025 (nacieron con un agujero de casi 8 millones de euros). La falta de planificación y la gestión improvisada han llevado al alcalde a un callejón sin salida, el de ajustar servicios que son esenciales para la ciudadanía. En el último pleno ha recortado 4,15 millones de euros, de los que 1,73 millones se han detraído de servicios sociales. En apenas ocho meses, el Gobierno municipal ha aprobado cuatro recortes que suman 6,76 millones de euros de áreas tan sensibles como cooperación al desarrollo, limpieza urbana, transporte público, alumbrado o seguridad ciudadana. El alcalde ha asegurado públicamente que la calidad de los servicios no se vería afectada. Pero la realidad contradice su discurso porque las calles están más sucias, el mantenimiento de las infraestructuras es deficiente y se han paralizado iniciativas que promuevan el progreso económico y social. A esta situación se añade la ineficaz gestión en materia de inversiones. A 31 de octubre sólo se habían ingresado 4 de los 17,8 millones previstos para su financiación, importe al que ha habido que restar la devolución de 1,5 millones a Bosonit. Si el presupuesto de 2026 nace, de nuevo, con un ahorro neto negativo y previsiones irreales, todo apunta a que los recortes continuarán.
Vivir en el casco antiguo no debería ser una tortura
Llega el viernes y muchas vecinas del casco antiguo sienten que empieza su tortura. No piensan en salir, piensan en si podrán dormir. Si sus criaturas descansarán. Si el ruido de los bares, de las despedidas, de la música con las puertas abiertas les dejará, una noche más, algo de silencio. Escuchamos siempre el mismo relato: una madre que acuna a su bebé mientras tiembla la habitación con los graves; una persona mayor que se muda cada fin de semana a la casa de su hijo; un trabajador que entra a las seis y mira el reloj a las tres, a las cuatro, a las cinco, sin pegar ojo. Cuando el ruido es insoportable llega el momento que nadie quiere: llamar a la policía. No es un gesto “natural”, es un acto desesperado. Llamar genera ansiedad, vergüenza, la sensación de ser “la pesada”, cuando en realidad solo se está defendiendo el derecho a descansar. A veces acuden pronto, a veces tarde; se levantan actas, se abren expedientes que acaban en algún cajón. Pero el sábado la historia se repite. Nunca pasa nada: solo impotencia y muchas horas de insomnio. Esto es lo que viven, cada fin de semana, muchos vecinos y vecinas del casco antiguo, una tortura normalizada. Sin descanso no hay salud, no hay barrio y no hay derechos: solo ruido
La historia no se gobierna
El PSOE vuelve a traer a Logroño su viejo proyecto de reescritura del pasado: un intento de imponer un relato único, de dividir a los vecinos entre “buenos” y “malos” y convertir al Ayuntamiento en una máquina de propaganda financiada con dinero público, con la anuencia de un PP complaciente, que no solo no le planta cara sino que blanquea su discurso mediante enmiendas buenistas. Mientras los logroñeses afrontan problemas reales de inseguridad, vivienda e impuestos abusivos, el socialismo prefiere dedicar tiempo y recursos a mantener viva una guerra simbólica que la sociedad española superó hace décadas. Detrás de la llamada memoria histórica no hay reconciliación, hay una operación política de selección interesada de víctimas y hechos, diseñada para consolidar un aparato ideológico permanente. Quieren esculturas, señalizaciones, homenajes y convenios que solo reflejen su visión, ocultando deliberadamente todo aquello que no encaja en su relato. VOX no aceptará que las instituciones de todos se utilicen para convertir la historia en un arma partidista. No aceptaremos oficinas de adoctrinamiento, ni museos ideológicos disfrazados de divulgación, ni actividades pagadas por los logroñeses para promover una versión manipulada del pasado. Defendemos la memoria completa, la de todos; la libertad de pensamiento; el rigor académico; la neutralidad institucional y la convivencia real entre vecinos. España ya se reconcilió en la Transición y lo que ahora se pretende es romper ese pacto para seguir alimentando un conflicto que solo existe en su estrategia electoral. Por eso decimos NO. Logroño no será su laboratorio de votos
El PSOE pide actuar sobre el precio de los alquileres
El acceso a la vivienda es, sin duda, uno de los problemas más importantes que afronta actualmente nuestra ciudad. Una situación que afecta especialmente a la juventud, que ve —año tras año— cómo se dificulta su emancipación ante la imposibilidad de comprar una vivienda digna o pagar un alquiler razonable. La Rioja y Logroño no son una excepción. Los alquileres han subido alrededor de un 12% en el último año y, hoy, resulta muy difícil encontrar una vivienda por un precio asumible. De hecho, se necesitan de media 847 euros al mes — según Idealista—, lo que supone el 61% del salario mínimo. Muchas ciudades de nuestro entorno, como Pamplona, Vitoria o San Sebastián, u otras como Barcelona o A Coruña, han sido declaradas Zonas Tensionadas para aplicar medidas que limiten la subida de los alquileres, amplíen la duración de los contratos, aumenten las ayudas y contribuyan a mejorar el mercado del alquiler en sus respectivas áreas urbanas. La Ley de Vivienda contempla esta posibilidad cuando los costes de hipotecas o alquileres además de los suministros, superen determinados umbrales. Por ello, los socialistas hemos propuesto al Gobierno municipal del PP que realice el estudio que exige la normativa, para determinar si también en nuestra ciudad se dan las condiciones necesarias para congelar los precios del alquiler, al tiempo que se impulsan otras políticas que faciliten el acceso a la vivienda. Desde el PSOE consideramos que, ante un problema tan grave, es imprescindible actuar y poner freno a las dinámicas especulativas de un sector que, pese a la situación social, continúa incrementando sus beneficios sin medida
Una ciudad que reconoce lo mejor de sí misma
Logroño es una ciudad que crece cuando reconoce el valor de quienes la sostienen en silencio. Por eso, un año más, hemos convocado la séptima edición del Premio Esperanza, un galardón nacido para poner en el centro a esas personas, colectivos y entidades que, con su entrega diaria, hacen de nuestra ciudad un lugar más humano, más generoso y más habitable. No hablamos de grandes gestas, sino de gestos que transforman: acompañar, escuchar, tender la mano. Acciones discretas que construyen comunidad y merecen ser contadas. Este premio, que impulsamos en 2019 junto a la Cofradía de la Virgen de la Esperanza, ha crecido hasta consolidarse como un espacio ciudadano de reconocimiento. Cada edición nos recuerda que la solidaridad no es un concepto abstracto: tiene nombres, historias y rostros que sirven de ejemplo para todos. Y este año volveremos a celebrarlo en un escenario renovado y simbólico: la Plaza de Abastos, que acogerá la gala del 16 de diciembre. Las candidaturas ya están abiertas y cualquier logroñés puede presentar la suya hasta el 9 de diciembre. Invitamos a todos a participar, a señalar aquello que suele pasar desapercibido. Porque reconocer el bien también es una forma de construir ciudad. Y Logroño, cuando lo hace, demuestra que la esperanza no es un premio: es un camino compartido.