Tribuna de opinión

Llega el debate de ordenanzas fiscales a nuestra ciudad y una vez más el Partido Popular trata de sacar tajada electoral haciendo demagogia sobre este debate. En un momento en el que cualquier cambio en la fiscalidad puede suponer un mundo en la vida de miles de personas, el Gobierno progresista en España ha tomado la vía de la progresividad real subiendo los impuestos a quien más tiene y reduciendo el impacto de los mismos en las personas más desfavorecidas. Esto, además de ayudar a la reducción de las enormes desigualdades que aún hoy existen en el país, también es justicia social. Lo es porque supone pedir a quién más tiene, que contribuya al sostenimiento de los gastos públicos bajo los principios de igualdad y progresividad tal y como nos dice la Constitución. Y es que esto es lo importante: que entre todas y todos construyamos una sociedad más justa e igualitaria. A quién gana más de 300.000 euros al año, una subida de impuestos no le supone un cambio importante en su vida; pero a quién le han subido la hipoteca, o ha tenido que dejar de comprar algunos alimentos por su encarecimiento, la redistribución de la riqueza le posibilita vivir con dignidad. En cambio, hay quienes desde la derecha y la ultraderecha todavía alimentan discursos en contra de los impuestos y de que quienes más tengan los paguen. Nosotras nos preguntamos: ¿Por quienes se preocupan estos partidos? Si el PP se preocupa por el ciudadano de a pie, debería de estar de acuerdo con las medidas fiscales del Gobierno de España y del Ayuntamiento de Logroño. Pero no, el PP solo se preocupa de quién más tiene.

La sostenibilidad debería ser el concepto sobre el que desarrollar las políticas municipales dirigidas a concebir el presente y el futuro de la ciudad. Porque sostenibilidad implica satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, la preservación del medio ambiente y el bienestar social. Cuando apenas restan siete meses para la conclusión de la Legislatura los logroñeses han constatado que la palabra ‘sostenibilidad’ en los programas electorales de los socios de Gobierno -PSOE, Unidas Podemos y PR- y en las múltiples intervenciones del alcalde, Pablo Hermoso, eran meros eslóganes de propaganda. Las oportunidades perdidas son múltiples. Por ejemplo, el alumbrado público representa un enorme gasto energético y económico para las arcas municipales, pero el alcalde ha sido incapaz de impulsar la renovación de las luminarias introduciendo la tecnología LED. Una transformación que proporciona un ahorro del 75%. Con el precio de la electricidad en máximos históricos, con las familias logroñesas atravesando situaciones de gran dificultad para hacer frente a sus facturas del gas y la luz, los concejales del equipo de Gobierno del alcalde Pablo Hermoso viven refugiados en sus despachos, alejados de la realidad. Renovar las luminarias públicas con tecnología LED reduce además las emisiones de CO2 un 80%, sus bombillas son más longevas, se calientan menos, y permiten un mayor control de la red eléctrica. Sostenibilidad aplicada a la realidad presente y futura, nada de propaganda y palabras huecas

La solución elegida por el Gobierno local para la subestación eléctrica de Cascajos, es una mala solución. La realidad es que la subestación se queda en el mismo lugar en el que estaba, que se queda semienterrada ocupando una superficie de 430 metros cuadrados y con una altura máxima de hasta 3,70 metros en la zona de mayor altura y que para ceder terreno a la calle Miguel Delibes la actuación se acerca lo máximo posible a las viviendas de Marqués de Larios. Es decir, una solución que empeora la alternativa que planteaba el Partido Popular en la anterior Legislatura Como pronto la subestación estará finalizada en el segundo trimestre de 2024 siempre y cuando no haya retrasos. Tal y como hemos denunciado en otras ocasiones desde el PP este retraso tiene una repercusión directa en la apertura de la nueva estación de autobuses. Al haberse ejecutado mal y tarde, obviando los trabajos avanzados en la anterior Legislatura, la incidencia es directa en la apertura de la nueva estación de autobuses. La gestión de Hermoso de Mendoza en la Alcaldía de Logroño va a ser una legislatura perdida, no tenemos fecha para la apertura del conjunto del cruce de Vara de Rey, no tememos fecha para la apertura de la nueva estación de autobuses y respecto a la subestación de Cascajos, en el caso más favorable estará en 2024

Esta semana arrancarán las obras del segundo tramo del Eje Ciclista que unirá el Espolón con el bario El Cubo y consolidará el eje Este- Oeste de Logroño permitiendo que los ciudadanos logroñeses puedan desplazarse de extremo a extremo de la ciudad de forma segura. Un hito que, sin lugar a duda, supondrá un antes y un después en el impulso y la transformación de la movilidad urbana logroñesa. En la presentación de esta nueva actuación han estado presentes, además del concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, directores del IES Batalla de Clavijo y del CEIP Navarrete El Mudo, así como vecinos del barrio, con los que se ha dialogado la iniciativa. La prolongación del eje creará en la calle General Urrutia carriles bici segregados unidireccionales a ambos lados dejando un único carril para vehículos motorizados en ambos sentidos y ganando un espacio para carga y descarga. Así también, debemos recordar que este proyecto viene financiado por los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea, lo que confirma que nuestra acción política se enmarca dentro de los objetivos europeos de sostenibilidad, unas políticas con las que el PSOE siempre ha estado comprometido y continuará firme en su consecución.