Tribuna de opinión

Este lunes finalizará el periodo transitorio para que las terrazas retomen la normalidad previa a la pandemia. Tras dos años de excepcionalidad y a la vista de la casi completa terminación de las medidas extraordinarias Logroño debe requilibrar una situación que permita seguir generando actividad económica pero también procure el descanso y la convivencia con los vecinos de las zonas más afectadas por estas medidas de apoyo a la hostelería. Este equipo de gobierno, desde el primer minuto ha apoyado a uno de los sectores más perjudicados por la pandemia, la hostelería. Tanto desde el Ayuntamiento de Logroño, a través de varios paquetes de ayudas directas a este sector que se cuantifican en millones de euros, como el Gobierno de La Rioja, a través de la ADER, han demostrado que ambas administraciones, lideradas por socialistas, han tenido un compromiso claro con los hosteleros durante todo este periodo tan complicado. Esta normalización que nos retrotrae hasta un momento de normalidad en nuestra ciudad no se queda ahí. El Ayuntamiento sigue trabajando para sacar adelante cuanto antes una nueva ordenanza de terrazas que permita consolidar algunos de los cambios que se han percibido como positivos para los hosteleros e impulsar así una buena convivencia y la generación de riqueza en la ciudad.

Hace diez años, durante el Gobierno PSOE-Partido Riojano, hicimos una propuesta para soterrar la subestación eléctrica de Cascajos. El PP de Gamarra utilizó a los vecinos y habló de problemas de salud y propuso que se trasladase a otro sitio. Durante ocho años de legislatura, el PP no hizo absolutamente nada para trasladar esa subestación a las afueras de la ciudad como habían prometido. Actualmente, con el Partido Riojano en el Gobierno municipal, se va a dar solución a ese problema, con un proyecto de soterramiento completo que se iniciará con el desmantelamiento de la subestación eléctrica de Marqués de Larios a primeros de junio. Las obras son complejas y se dividen en cinco fases, pero estamos dando los primeros pasos para su soterramiento. En términos generales, la ciudad en su conjunto va a resolver un problema por muchos años. Tal y como hemos defendido siempre desde el Partido Riojano, los vecinos de Cascajos ya no tendrán frente a sus viviendas esta gran estructura eléctrica, ganando en vistas y en tranquilidad, en definitiva, en calidad de vida. En el PR+ creemos en la palabra dada a los vecinos y vecinas de Logroño, por ello, seguiremos trabajando para cumplir sus reivindicaciones, ganando en espacios públicos para la convivencia y libres de ruidos

En Logroño, algunos asuntos, que eran promesas políticas incumplidas de los gobiernos anteriores, llevan sin resolverse más de una década. Pensamos que es mejor prometer menos y hacer más. Aquellos que no hicieron su trabajo en su momento, se encuentran especialmente molestos de que estemos trabajando ahora. Frente al ruido, las críticas poco o nada constructivas, está la planificación y el trabajo diario, que suele ser más silencioso, pero más fructífero. Están en marcha los trabajos para el soterramiento de la Subestación Eléctrica de Cascajos. Un acuerdo alcanzado para soterrar la subestación en la misma ubicación actual. Una respuesta capaz de mantener prestaciones de calidad para las necesidades de la ciudadanía, evitando pérdidas de energía y ofreciendo a la vez una mejora de las condiciones ambientales y la estética y el desarrollo del barrio de Cascajos. Unas obras que, si bien son complejas, se encuentran en la fase 3 y que avanzan a su ritmo, según lo previsto. En marcha también, la remodelación de la zona de las Cien Tiendas con el objetivo de dinamizar el comercio local y atraer el turismo, y con el apoyo de fondos europeos. Para mejorar la estética de la zona comercial, así como la movilidad peatonal y su accesibilidad, el proyecto incluye el soterramiento de los contenedores en zonas turísticas, y la remodelación del mobiliario urbano con nuevos bancos. Asimismo, el cambio de las antiguas luminarias por nuevas LED que mejoran la eficiencia energética y una remodelación del pavimento que absorbe CO2. Moderno, sostenible y atractivo. Avanzamos con estos proyectos, pero efectivamente, hay muchos más en marcha. Logroño sigue adelante. Nos gusta nuestra ciudad.

El empleo, mantenerlo y acceder a un puesto de trabajo, es una de las principales preocupaciones de los logroñeses. A la sucesión de crisis económicas ininterrumpidas -desde la burbuja de 2008 a la provocada por la pandemia- se suma ahora el alza frenética del precio de los combustibles, de la electricidad y del gas, así como la cesta de la compra. En este contexto el empleo resurge como garantía social y el incremento del Salario Mínimo Interprofesional hasta los mil euros -acuerdo sólo rechazado por Partido Popular y Vox- como una oportunidad para tratar de mantener el consumo en tiempos de incertidumbre económica. Desde el grupo municipal Ciudadanos lamentamos que el equipo de Gobierno del alcalde Pablo Hermoso de Mendoza mire para otro lado cuando se trata de generar actividad económica y empleo. Aún resuenan las palabras del alcalde en el Pleno del Ayuntamiento de Logroño asegurando que no le importaba que las empresas se instalaran en municipios fuera de la capital riojana. Así ha sido, Villamediana y Lardero presentan sus polígonos industriales cerca del pleno de ocupación y captan empresas de Logroño y de otras regiones. Mientras, el polígono de Las Cañas -con 800.000 m2 de suelo industrial- continúa abandonado. De igual manera, el equipo de Gobierno formado por PSOE, Unidas Podemos y Partido Riojano ha abandonado el comercio de ciudad, fomentando los macro aparcamientos de los centros comerciales. Y si hablamos de los recursos turísticos el diagnóstico es similar: el CCR y Valbuena continúan cerrados. Un sinfín de oportunidades perdidas para crear empleo en Logroño.