Tribuna de opinión
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Nuevo paso de peatones en Lobete,compromiso cumplido
El Ayuntamiento ha ubicado un nuevo paso de peatones en Avenida de Lobete, a la altura de su intersección con la calle Marqués de la Ensenada, tal y como solicitamos en 2016 desde el grupo municipal del Partido Riojano, con el objetivo de aumentar la seguridad y la comodidad de los viandantes de esa zona y mejorar la movilidad urbana de la ciudad. Un compromiso que hemos cumplido con los vecinos de la zona, ahora que formamos parte del equipo de Gobierno. Se trata de un paso para poder cruzar de forma segura esta larga avenida en ese punto, dado que, si bien la calle tenía pasos de peatones y semáforos, contaba con un extenso tramo, de 385 metros de longitud, sin ningún paso de cebra para atravesarla. Se da la circunstancia de que muchos de estos peatones son niños que proceden del parque Don Felipe VI, cuya salida va a parar justo a ese punto, o que residen en el barrio de Cascajos pero acuden cada día a los centros escolares o guarderías ubicados en el otro lado de la calle. Para el Partido Riojano, el peatón es el elemento más débil dentro de la movilidad urbana, lo que lo convierte en un valor a proteger, y esta actuación concreta persigue evitar situaciones de peligro, tanto para los vehículos como para los peatones.
Un medio ambiente de todas
Las ciudades consumen casi el 80% de la energía mundial. En la misma línea, el nivel de contaminación que se produce desde las urbes es ya el 60% de los gases de efecto invernadero de todo el planeta. La solución a los problemas medioambientales pasa por tanto en gran medida por lo que se haga desde aquí.
Pero la compleja tarea de luchar contra el cambio climático trasciende a gobiernos y países. Debe ser un objetivo de toda la ciudadanía subirse al carro de la protección de nuestra casa común. Un carro que necesitará creatividad, cooperación y amor por nuestro entorno natural. Las instituciones públicas no pueden hacerlo solas, pero sí son responsables de fomentar que toda esa energía fluya y fructifique en acciones reales.
Acciones que beneficien a nuestra biodiversidad haciéndola más fuerte y diversa, acciones que renaturalicen nuestra ciudad, para que esté más fresca y pueda absorber el aire contaminado. Logroño ya ha dado el paso y recupera casi 10 años después las ayudas para fomentar un medio ambiente que es de todas y todos.
La historia interminable del CCR
El Centro de Cultura del Rioja iba a ser un referente del enoturismo en Logroño. Aunaba dos fortalezas para ello: el mundo del vino que cada año atrae a miles de visitantes a nuestra comunidad y el turismo de calidad. Logroño es la capital de una región con nombre de vino. La Rioja es mucha más que eso, pero el enoturismo es un auténtico imán para nuestro desarrollo económico. El tiempo y una nefasta gestión han convertido al CCR en una herida abierta (más bien cerrada) en nuestro casco antiguo. Los turistas que pasean por nuestras calles se encuentran con un edificio con una estética interesante pero cuyas puertas cerradas acumulan abandono, polvo y telarañas.
Ciudadanos lleva años empujando y reclamando por una solución. Trabajamos en la anterior legislatura porque se resolvieran los problemas de la cubierta y se contratara a una directora que gestionara el centro de la misma manera que se hace en la Casa de las Ciencias. Con éxito. El tiempo pasa y el CCR sigue esperando. No sabemos muy bien a qué. En estos tiempos en los que el sector turístico está sufriendo la peor crisis de su historia, los responsables políticos no debemos perder ni una sola de las oportunidades. Y el CCR es una excelente oportunidad. Señores del equipo de gobierno; trabajen por su apertura.
Por una movilidad urbana integradora
Desde el Grupo Municipal Popular entendemos que es necesario apostar por una verdadera política de movilidad urbana sostenible, una política integradora y que responda a la realidad diaria de nuestra ciudad.
Una vez que ha finalizado el estado de alarma solicitamos al Gobierno local que se empiecen a programar las actuaciones en el espacio público, en las calles, de una manera ordenada, integral y participada. Contamos con un instrumento adecuado como es el Plan de Movilidad Urbana Sostenible que se puede revisar para pasar de lo táctico a lo programado.
La ciudad no puede permitirse dar tumbos y someter a los vecinos a la continua improvisación en algo que afecta claramente al devenir diario de actividades personales, profesionales o comerciales.
Las últimas intervenciones realizadas por el Gobierno local han dado como resultado calles tristes, llenas de barreras, sin gente, en las que el feísmo empieza a ser la nota dominante, y que además no favorecen entornos seguros y de calidad.
El Gobierno local debe posicionar claramente si va a dar continuidad o no a los proyectos iniciados, y es el momento de afrontar la política de movilidad basándose en la participación y con proyectos que resuelvan la complejidad del espacio público desde la convivencia y no desde el conflicto.