Tribuna de opinión
FILTRAR POR
Soberanía alimentaria
Vivimos en una sociedad desnaturalizada que ha perdido el acceso a cosas tan básicas como el poder sobre su sustento diario. La alimentación hace tiempo que pertenece a multinacionales que controlan toda la cadena de producción siendo el consumidor solo una figura que interviene en el pago de un producto cada vez más caro e insano. En sus orígenes este sistema supuso una enorme oportunidad que permitió a la sociedad olvidarse de esas labores y especializarse en otras profesiones y servicios. Pero con el capitalismo al borde del colapso y una economía mundial en recesión las necesidades han cambiado. En caso de tener que recurrir a una nueva forma de obtener nuestros alimentos nos encontraremos sin recursos ni conocimientos para recuperar el arte de aprovechar la tierra.
Las ciudades consumen el 75% de los recursos, pero no producen nada. Por tanto, son una parte prioritaria e imprescindible para lograr un cambio de paradigma. La población tiene el derecho inalienable a decidir su forma de obtener alimentos en base a unos principios de sostenibilidad ecológica y justicia social. Los logroñeses y las logroñesas tienen el derecho de tener una base sobre la que poder recuperar su autogestión. Desde el Ayuntamiento vamos a trabajar para poder llevar a cada vez más personas las bondades del autocultivo y los conocimientos de la agroecología, creando una red de huertos urbanos que nos permita reverdecer nuestros barrios y al mismo avanzar hacia la recuperación de nuestra soberanía alimentaria.
La plaza de Murrieta
A lo largo del tiempo las calles de Logroño y las del resto de ciudades han cambiado de nombre. Los diferentes gobiernos y regímenes han utilizado las vías públicas para dejar su impronta. Primo de Rivera, General Yagüe o General Franco cambiaron de nombre hace muchos años. La conocida como calle Portales se denominó calle de la República y calle del General Mola. Es decir, los tiempos cambian y con ellos, las ciudades y sus calles. Además, la Ley de Memoria Histórica obliga al cambio de estas. En Ciudadanos siempre apoyamos esta y otras leyes, fruto del consenso parlamentario que hay que cumplir y hemos ‘empujado’ para que tanto el PP en la anterior legislatura, como el PSOE en esta, cumplan con ese cambio. Hace 90 años, los nombres de muchas calles de Logroño cambiaron a base de imposición y de miedo. Hoy, tenemos la oportunidad de hacer de ese proceso, algo participativo, consensuado y abierto. El equipo de gobierno tiene dos opciones: imponer y obviar; o escuchar y sumar. La Plaza Alférez Provisional debe cambiar su nombre. Escuchemos a los vecinos, lleguemos a un consenso con todos ellos y, en especial, con aquella vecina que ha invertido su tiempo e ilusiones en recoger firmas para que la plaza donde vive se llame Plaza Murrieta, como la conocemos los logroñeses. Para Ciudadanos el debate, la confrontación de ideas, las diferentes sensibilidades son un activo que suma y que multiplica. Pero para este equipo de gobierno parece que resta.
Nuevo centro de atención primaria en Rodríguez Paterna
El solar del antiguo cuartel de Policía Nacional, en Avenida de Viana, espera que los Gobiernos socialistas y sus socios en el Ejecutivo riojano y en el local liciten las obras del nuevo centro de salud.
Durante estos meses desde el Grupo Municipal Popular hemos denunciado en diferentes ocasiones que los presupuestos del Gobierno de La Rioja para este año no contaban con partida económica alguna para iniciar la construcción de este centro, situación ante la que no ha habido respuesta alguna por parte del Ejecutivo regional.
Exigimos a Hermoso de Mendoza que abandone su pasotismo y tome la iniciativa en cuestiones clave como es esta dotación para la zona Norte de la ciudad. Que reivindique ante el Gobierno regional lo que los logroñeses merecen y reclaman.
Se trata de una infraestructura necesaria en la ciudad, que mejorará la atención sanitaria y potenciará, desde el punto de vista urbano, esta zona de Logroño. Una dotación reclamada por los vecinos y en la que han estado trabajando en los últimos años de forma conjunta las Administraciones regional y local.
El nuevo centro cuenta ya con un proyecto de construcción, e incluso con dos contratos de asistencia técnica adjudicados, y con la cesión del solar realizada, actuaciones ejecutadas por los Gobiernos populares en la anterior legislatura. Por lo tanto, todo está preparado para licitar las obras y que el nuevo centro de salud sea una realidad lo antes posible.
Esperamos poder ver pronto un proyecto en marcha en lugar de un solar vacío.
Logroño crece en diversidad, crece como comunidad y crecerá en convivencia
Logroño cuenta en 2020 con una población de 152.727 personas, 1.348 más que hace un año. Estos datos ofrecidos esta semana por el Observatorio de la Ciudad nos indican que en Logroño hay censados 17.627 personas extranjeras, un 11,5% del total de la población. Además, cuenta con más personas de otra etnia, de otra cultura y de otro origen que tienen nacionalidad española. Con todas ellas, percibimos con alegría que Logroño crece en diversidad y hace buena la letra de su himno “Nadie en Logroño se siente extranjero”. Somos conscientes de que estos procesos de diversificación social suponen un desafío de gran envergadura para la ciudad: concentración residencial y eventual formación de guetos, multiculturalidad en las escuelas y centros de salud, necesidad de adecuar las políticas públicas… El Partido Socialista cree en una sociedad diversa, en una convivencia que va más allá de la mera coexistencia y que se opone frontalmente a una hostilidad que ciertos grupos manifiestan, que genera rechazo, segregación e incluso agresiones. Nuestro grupo impulsará políticas de Desarrollo Comunitario que fomenten en los barrios espacios donde interactúen positivamente personas diversas. Lugares donde predominen el respeto, el civismo y se compartan valores básicos de la vida en común, a la vez de que se respeta la singularidad de cada uno. Se trata de configurar un proyecto para toda la comunidad y con toda su diversidad. De esta manera, Logroño crece en diversidad, crece como comunidad y crecerá en convivencia.