Tribuna de opinión
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El Campillo necesita un centro cívico
Decía el PP de Logroño en su programa electoral “Vamos a proponer un plan para mejorar los barrios” y un año y medio después de que el Sr. Escobar llegara a la alcaldía, seguimos esperando este Plan. Nuevamente otro ejemplo más de que el equipo de Gobierno del PP llegó a la alcaldía sin proyecto de ciudad.
A la espera de dicho plan, aunque dudamos de su existencia, desde el Grupo Socialista han sido muchas las propuestas llevadas a pleno para situar a los barrios de la ciudad de Logroño en la primera línea de la acción política. Además, las demandas que presentamos los socialistas, no son sino el reflejo de las peticiones realizadas por la ciudadanía en las Juntas de Distrito y en las reuniones que desde este grupo hemos mantenido con los vecinos, asociaciones y colectivos.
Esta misma semana, hemos pedido en la sesión plenaria de este mes de noviembre, la elaboración y ejecución de un plan de Centro Cívico o espacio multidisciplinar en el Barrio de El Campillo. Proponemos un centro de construcción modular independiente que albergue actividades a lo largo de todo el año, facilitando así que este entorno sea un elemento tractor no sólo para los vecinos sino para toda la ciudad, provocando que otras iniciativas comerciales se instalen en el barrio. Queremos que se haga a través de un proceso participativo con los vecinos y también que cuente con una partida en los presupuestos de 2025 para Logroño.
Finalmente queremos mostrar y mandar todo nuestro apoyo a la ciudad de Valencia, a la Comunidad Valenciana y a todos los pueblos afectados, por esta devastadora DANA. También nuestra cercanía y nuestro abrazo a la Casa de Valencia en La Rioja y todos los valencianos y valencianas que viven en nuestra ciudad. Hacemos también un llamamiento a la unidad política en estos dramáticos momentos.
Gracias Logroño
Las imágenes del martes de la semana pasada quedarán para siempre marcadas en nuestras retinas. Un desastre natural que marcó de por vida a los vecinos de una tierra bien querida y reconocida por los logroñeses: Valencia.
En un momento de caos, tristeza e incertidumbre, los españoles sacaron su lado más solidario y del mismo modo lo hizo Logroño. Desde el sábado se habilitó la antigua Estación de Autobuses como centro de recogida de recursos destinados a las zonas afectadas por esta catástrofe.
Y ahí fue donde entrasteis vosotros: la respuesta de los logroñeses fue inmediata. En menos de dos días los camiones estaban llenos y preparados para salir hacia Valencia. Del mismo modo lo hicieron en la tarde del sábado los efectivos de Bomberos de Logroño a quienes queremos agradecer su inspiradora voluntad de servicio en estos momentos tan complicados.
Un agradecimiento que hacemos extensivo a aquellos que hicieron posible la recogida y el envío de agua, comida y ropa durante estas jornadas. Gracias a Protección Civil, a los voluntarios y a todos los agentes involucrados durante estos días para aportar desde Logroño nuestro granito de arena y ayudar en la medida de lo posible a aquellas personas que hoy más lo necesitan.
Un anillo que olvida la trinchera del tren
El alcalde de Logroño nos ha prometido un gran anillo verde de 27 kilómetros que bordee la ciudad. Un proyecto ambicioso que ha fiado a los próximos 25 años, ahí es nada. Sin embargo nada sabemos de lo más inmediato ni de las actuaciones que hacen ciudad en el día a día. Porque de lo que ha presupuestado para este año en los barrios tiene sin ejecutar el 96% de lo previsto. Eso sí, el señor Escobar, en su huida hacia adelante, ha anunciado nuevas actuaciones en todos barrios. ¿Cómo podemos saber si cumplirá con los logroñeses cuando la sombra de sus incumplimientos es alargada?
Desde el Partido Riojano exigimos al señor Escobar que deje de sobrevolar el Monte El Corvo y se preocupe por cerrar la herida del soterramiento del ferrocarril. Debe defender la continuidad de las fases II y III y comprometerse a culminar este corredor verde en el centro de la ciudad. Urge negociar un nuevo convenio con el Ministerio de Transportes para acabar con la trinchera del tren y culminar la fase I.
Pero apostar por las zonas verdes de la ciudad no solo conlleva la construcción de nuevos espacios en el extrarradio, sino también preservar y mantener en estado óptimo las infraestructuras existentes. Dos ejemplos: el recién inaugurado Parque Princesa Leonor y la Fuente de la Encina de Varea, vandalizada y abandonada a su suerte.
La herida que todas llevamos dentro
El caso de Íñigo Errejón nos revuelve por dentro. No solo porque sea una figura pública, no solo porque el discurso de un supuesto aliado se desmorone. Lo sentimos porque nos reconocemos, porque sabemos lo que es esa angustia, la duda, el autoengaño para seguir adelante. Todas estamos aquí, más cerca de lo que nos gustaría admitir.
Vivimos el gaslighting, ese sutil mecanismo que nos hace creer que somos nosotras las que estamos equivocadas, las que exageramos, las que malinterpretamos las intenciones. Sentimos el peso de la culpa cuando tratamos de poner límites y nos responden con indiferencia o con la frialdad que usa el poder para reafirmarse. Como tantas otras mujeres en este momento de destape, sabemos lo difícil que es alzar la voz, lo complejo que es romper la estructura, el patriarcado invisible que atraviesa nuestras vidas, nuestras políticas, nuestros espacios.
Hoy, el "#MeToo" en España está tomando una nueva fuerza. Las voces que antes se susurraban entre pasillos o se callaban por miedo, hoy encuentran eco en otras mujeres, periodistas y compañeras que se atreven a decir "ya basta". Cada denuncia que sale a la luz nos recuerda que no estamos solas, que tenemos derecho a la verdad y a ser escuchadas sin cuestionamientos. Este es un proceso colectivo y necesario, aunque doloroso. Estamos cambiando el mundo, y aunque nos tiemble la voz, ese temblor está lleno de poder