Nombre común o vulgar: Dalia, Dalias cactus, Dalias pompón
Familia: Compositae (Compuestas).
Origen: México.
Etimología: el nombre del género "dahlia" le fue dado en honor al botánico Andreas Dahl, discípulo de Linneo.
Plantas herbáceas perennes con raíces tuberosas.
El tamaño de la planta puede variar desde los pocos centímetros hasta más de un metro de altura.
Hojas opuestas y compuestas.
Flores reunidas en cabezuelas bastante grandes, sencillas, dobles o semidobles, de extrañas formas y presentando espléndidos colores.
Época de floración: la Dalia puede florecer desde el principio del verano hasta casi finales del otoño, pero siempre que no haga mucho calor, porque si así fuera, la planta dejaría de producir flores y no volvería a tenerlas hasta que las temperaturas bajaran.
En climas calurosos puede pasar el verano sin flor y producirlas al llegar el otoño.
Las dalias comprenden un gran número de razas y de variedades. En la actualidad existen unos 20.000 cultivares reconocidos en el Registro Internacional de las Dalias.
Los grupos ornamentales más representativos son:
Dalias cactus mini.
Dalias cactus.
Dalias decorativas mini.
Dalias decorativas.
Dalias pom-pom.
Hay variedades actuales que son muy apreciadas por su aroma.
Luz: a pleno sol. Las dalias necesitan mucho sol.
Prefieren lugares protegidos del viento.
Si el clima es de temer heladas tardías, plantar en macetas y colocarlas en un lugar cálido.
Cuando hayan pasado las heladas o a la llegada del verano, plantarlos en el jardín, extrayéndolo de la maceta con mucho cuidado, sin dañar los brotes.
Si empezaran a caer heladas, conviene desenterrar la planta esté como esté y dar por concluida la temporada, si no se hiciera así la planta podría morir como consecuencia del frío.
Plantar en primavera.
Para que sus dalias alcancen un tamaño mayor, ha de plantarlas a cierta profundidad: de 10 a 12 cm para las variedades más fuertes y a 8 cm para las más pequeñas.
Si se plantan a demasiada profundidad, se marchitan y florecen poco, mientras que las que se plantan demasiado cerca de la superficie, se secarán.
Como tienen una zona en la que se ven las raíces, ésta parte hacia abajo.
La distancia entre plantas variará desde 20 cm las mas pequeñas hasta 50 cm las que pasan del metro de altura.
El suelo debe estar bien abonado y drenado para que el agua no se estanque y conserve la humedad.
Junto al tubérculo se pone el tutor destinado a sostener la futura planta (si es una variedad enana no hace falta). A medida que va creciendo, el tallo se va sujetando al tutor. Además, hay que ir despuntando el tallo para obligarlo a ramificar.
Es preferible poner la guía en el momento de la plantación porque hay menos riesgo de dañar a las raíces.
Durante el tiempo de floración la planta necesita más alimento y más agua.
Riego: durante los primeros meses de la plantación, los riegos deberán ser moderados, evitando que los raíces tuberosas se encharquen. Después se regará más.
Hay que aumentar el riego en cuanto aparecen los capullos a días alternos y, durante el calor fuerte, regar en abundancia.
Abonado: abonar antes del cultivo, la mejor época es el invierno que es el momento en que pierde las hojas.
Echar en el agua del riego un abono para plantas de flor.
Puedes conseguir unas flores más fuertes y hermosas si, cuando empiezan a salir los primeros brotes del suelo, cortas unos cuantos y te quedas solamente con los principales.
Estos primeros brotes que aparecen en primavera también los puedes usar como esquejes, cortando los más bajos cuando alcancen unos 8 o 9 centímetros de altura.
Para que las flores tengan un buen tamaño hay que desbotonar los brotes florales que salgan por debajo de la flor principal.
Hay que cortar las flores marchitas para que salgan más.
Cuando a finales del otoño los tallos y hojas se marchiten, se les corta la parte aérea, se les desentierra, se colocan en un lugar para que se sequen y luego los guardamos en un lugar oscuro, fresco y seco, para que pasen el invierno.
Es conveniente antes de guardar los tubérculos, limpiarlos bien para que no quede tierra.
Con la llegada de los fríos invernales, el follaje se vuelve rojizo, y se deben sacar los raíces tuberosas para que pasen el invierno entre turba o paja en un lugar sombrío y fresco de la casa. Aunque el año siguiente tendrá un floración de menor calidad.
Se puede seguir cultivándolo durante 3 ó 4 años más a pesar de todo.
Multiplicación: por semillas, esquejes o división de los tubérculos.
El medio más frecuente es por separación de los distintos tubérculos a principios de primavera; sin embargo, el más aconsejable es por esqueje en verano.
Por semillas, se siembra en invierno-primavera. Germinación en 10-14 días a 20ºC. Mantener la temperatura del plantel constante durante la germinación.