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La rosa se ha cultivado desde hace miles de años y ha ocupado un papel relevante en diferentes culturas y momentos de la historia. Para muchos es el símbolo de la belleza y, seguramente no hay ninguna otra planta que muestre tal diversidad y espectacularidad de colores, olores, formas, frutos, texturas, tamaños, etc. La jardinería actual tiene como uno de sus objetivos más importantes acercar o introducir la naturaleza en nuestras ciudades (hoy en día ya no se habla de crear espacios verdes en las ciudades sino de crear ciudades en los espacios verdes), y esta especie con sus excepcionales características es uno de los ejemplos más claros con los que la naturaleza nos puede enseñar a todos todo su potencial y belleza.
En Logroño hemos realizado en los últimos años un esfuerzo para intentar acercar al ciudadano el mundo mágico y entrañable de la rosa. En la actualidad disponemos aproximadamente de 10.000 m2 de superficie ocupada por rosales, lo que representa algo más del 11% de las masas arbustivas en nuestra ciudad. La gran variedad de cultivares existentes – arbustivos, trepadores, cobertores, miniatura, etc.- les convierte en plantas adecuadas para una gran diversidad de situaciones: se pueden colocar en jardineras, como trepadoras sobre una pérgola o muro, en taludes inclinados, aisladas o agrupadas en arriates, etc.
La rosaleda más importante por su valor histórico y ornamental es la que se encuentra situada en el Espolón. Creada a principios del siglo XX y remodelada recientemente en el año 2010, responde a los cánones clásicos del jardín tradicional con arriates geométricos. Se divide en dos partes cada una de las cuales está dedicada a dos obtentores de rosas de reconocido prestigio e influencia en la evolución de las rosas modernas: Michel Adam y Meilland. En la zona dedicada a M. Adam se han plantado 20 variedades diferentes, muchas de ellas premiadas en concursos internacionales, y entre las que destacan algunos nombres conocidos: Jules Verne, Broceliande, Elvis, Paco Rabanne, Leo Ferré, Isabelle Autissier, etc. De la misma forma, en la zona dedicada a Meilland destacan variedades como: Michelangelo, Botero, Marie Curie, Pau Casals, Pierre de Ronsard, André Le Notre, etc.
Otra gran rosaleda es la situada en el Parque Municipal de Jardinería, con más de 240 variedades, y creada con una gran vocación didáctica, de manera que nos sirve para entender la historia y evolución de las rosas. Recoge tanto rosas botánicas, como rosales antiguos y modernos, así como variedades que destacan por alguna particularidad o por su importancia histórica. Así, podemos contemplar, por ejemplo, variedades muy apreciadas por los faraones egipcios como la Rosa gallica y Rosa richardii; el primer híbrido de té, La France, introducido en 1867, y considerado el primer rosal moderno; La rosa Si, creada por P. Dot en la primera mitad del S. XX y considerada como la rosa más pequeña del mundo; R. centifolia y R. x damascena, utilizadas para la obtención de aceites esenciales, etc.
Recientemente, también se ha restaurado una pequeña rosaleda situada en la calle Padre Claret en la que se ha plantado una mezcla de rosas modernas y antiguas.
Por último, es necesario destacar que Logroño también dispone de una rosa propia, “Rosa del Camino de Santiago”, cedida por el creador francés Michel Adam a nuestra ciudad. La podemos contemplar en algunos puntos de nuestra ciudad como la rosaleda del Espolón, en la calle Jorge Vigón junto a la Estatua del Labrador y en algunos puntos del Camino de Santiago a su paso por la ciudad.