Nombre común o vulgar: Pensamiento, Pensamientos, Trinitaria.
Familia: Violacea.
Bienal que resiste el invierno.
Planta herbácea anual que se cultiva por su bella y prolongada floración.
Altura: 15-25 cm.
Hojas simples con forma de corazón y margen dentado.
Flores con cinco pétalos aterciopelados.
Hay muchas variedades y colores y todas proceden de hibridaciones y mutaciones de una especie europea llamada Viola tricolor.
Floración: abarca los meses otoñales pero continúa hasta bien entrada la primavera.
El popular pensamiento se utiliza mucho en jardinería como plantita de primer plano para formar atractivos cuadros de color desde fines de otoño a primavera.
Se usa mucho en los jardines de invierno porque soporta ligeras heladas y florece durante varios meses.
Aptas para macetas y jardineras.
Ideal para el invierno, una época en la que son pocas las plantas que tienen flores, y es entonces, cuando los pensamientos dan una nota de color.
Luz: desde pleno sol hasta semisombra.
Temperaturas: resistente a las heladas.
Sustrato: bien drenado, húmedo, rico en materia orgánica.
Al pensamiento le gustan los suelos ricos en nutrientes para su buen crecimiento y floración.
Plantación: primavera u otoño.
Si queremos que nuestros pensamientos no mueran, prematuramente, debemos mantenerlos en los tiestos en los que vienen del vivero, durante una semana y media, aproximadamente, regándolos todos los días.
Al cabo de ese tiempo, los podemos plantar en el lugar en el que teníamos pensado hacerlo. De esta manera, evitamos que sufran por el cambio brusco de temperatura y condiciones que había en el vivero y las que encuentran en el exterior de nuestros hogares.
Riego cada 2-3 días durante la floración.
Hay que procurar que la tierra en la que crecen esté siempre húmeda pero también hay que prestar atención para que los suelos no se encharquen.
Abonos: plantado a principios del otoño con tierra nueva, los nutrientes durarán dos meses, después, regar con abono para plantas de flor.
El período de floración puede prolongarse si se retiran todas las flores marchitas.
Cortar las puntas de los tallos florecidos después de la caída de las flores para provocar la formación de otros capullos.